Domingo de lluvia.

El día estuvo frío, lluvioso, con mucho viento. Aproveché la tarde para hacer orden en mi habitación. La ropa y los libros necesitaban una mano grande. Con esto del taller me fui dejando estar y la ropa de las cuatro estaciones terminó hecha un lío...jaja. Los libros bueno, capitulo aparte, entre los personales, los de los chicos y los del taller, necesito otro mueble más. Mientras miro una serie en Netflix (La última noche en Tremor), pienso en lo innecesario de dejarse estar, de dejar las cosas para después, otro día,...finalmente, todo termina en caos, y las cosas acumuladas empiezan a abrumarnos. La buena noticia es que una vez que empezamos a poner todo en su lugar y vemos los resultados, nos comienza a invadir un deseo de seguir y no parar hasta que todo esté impecable. 💪 Sin exagerar, siento que gané un premio este domingo.